Es posible que te sientas nervioso y emocionado cuando estés listo para salir del hospital. Si es así, ¡es completamente normal sentirse de esa manera! Los doctores trabajan en hospitales, que son lugares especiales a donde las personas van cuando necesitan ayuda para mejorar. Cuando sales, estás en el camino hacia la recuperación. Ahora debes asegurarte de tener todo contigo antes de irte. Esto incluye cualquier medicamento, suministros médicos u objetos personales que puedas necesitar en casa. Si sientes que estabas fuera de tu elemento, entonces te corresponde dedicar unos minutos a escribir una tarjeta y dar las gracias al personal del hospital que te atendió. ¡Ellos hacen lo mejor posible para ayudarte a mejorar!
Mientras comienzas a caminar en la dirección de tu puerta de salida, podrías pensar en lo que te espera más allá de ella. Tal vez estés emocionado por reunirte con tu familia o ansioso por regresar a la escuela y a tus amigos. También está perfectamente bien sentir un poco de miedo por lo que viene después.” ¡Todos estos sentimientos son parte del proceso! Cuando llegues a la puerta, asegúrate de bajar el pomo y empujarla para abrirla. Solo quieres calmar tus nervios y respirar aire fresco, así que sal de la casa.
¡Felicidades! Lograste pasar por la puerta del hospital. Pero hay una última puerta por la que pasar: la puerta de salida. Esta abre a un mundo exterior con aire fresco y cálido sol en la cara. De camino por el pasillo hacia la salida, es posible que veas a otras personas saliendo del hospital, disfrutando del aire fresco después de no haber estado allí durante tanto tiempo. Algunos podrían estar en sillas de ruedas o tener muletas o yesos. Es extremadamente amable abrir una puerta para otros y ofrecer ayuda si ves a alguien que podría necesitarla. ¡Cada pequeño gesto de amabilidad tiene un gran impacto!
La puerta de salida es la última por la que pasas antes de salir del hospital. Indica el final de una etapa de tu vida y el comienzo de otra. Ahora que te estás acercando a esta puerta de salida, toma una respiración profunda y piensa en todas las cosas divertidas que podrás hacer cuando te sientas mejor. Puede ser jugar afuera, pasar tiempo con amigos o hacer tus actividades favoritas. Entra con confianza por la puerta, con tus bíceps presentes. ¡Lo lograste y deberías sentirte orgulloso de ti mismo!
Salir del hospital es un gran paso, pero no significa que todo volverá a la normalidad inmediatamente. Es posible que aún tengas que tomar tu medicina o seguir algunos tratamientos en casa. Tu cuerpo también puede necesitar algo de tiempo para descansar y sanar adecuadamente. ¡Eso está completamente bien! Solo recuerda, tienes un cuerpo fuerte, y con el cuidado adecuado se curará con el tiempo. Necesitamos mantenernos positivos y también pedir ayuda a amigos y familiares cuando sea necesario. Sigamos adelante, dando pequeños pasos, y con la ayuda de Xingdun, lo puedes lograr con plena moral.
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